EL
JUEGO SIMBÓLICO
“ayuda
a que tu hijo sea eso que quiere ser”
Otra
manifestación de la capacidad representativa naciente es “el juego simbólico”,
es un juego de simulación, los niños se comportan “como si” hicieran alguna
actividad, por ejemplo montar a caballo
sobre la escoba, o recrean situaciones en las que adoptan un papel social
distinto del propio, son la mama, el profesor o el doctor; es de gran
importancia y va a ocupar mucho tiempo del niño entre los dos y los seis años
aproximadamente.
Algunos
ejemplos de las actividades descritas por Piaget son hacer como que se lee el periódico,
señalando con el dedo en algunos puntos de la hoja y hablando en voz baja
(mucho antes de saber leer), mover una caja vacía como si fuera un automóvil, o
colocar a la muñeca mirando a través de los barrotes del balcón mientras el
niño le cuenta lo que está viendo. Son interesantes los episodios en que el personaje,
que puede ser un muñeco, realiza las actividades que el niño tiene miedo de
hacer, que no quiere hacer o que no le gustan, como ir a algún sitio que le
asusta o comer una comida que no le agrada.
A
partir de los cuatro años se observan progresos muy considerables en la
complejidad de los juegos, produciéndose representaciones de la realidad; es la
época del juego protagonizado en que los niños juegan a los papas y las mamas,
a los médicos, las tiendas, las maestras, la escuela, y cualquier otro tipo de
situación social en la que hay diferentes niños que representan papeles distintos.
En
el juego simbólico los objetos ocupan un papel importante. Una botella, o un
trozo de madera, pueden representar a un muñeco si se envuelven en un trapo,
una silla se puede convertir en un avión o en un tren, e incluso pueden cambiar
su función a lo largo del juego.
La
importancia de este juego de representación para el desarrollo del niño es
enorme ya que favorece mucho sus interacciones sociales y sirve para la resolución
de conflictos, al permitir expresarlos de una forma simbólica. A través del
juego el niño manifiesta sus sentimientos, sus deseos y su relación con la
realidad, y por eso el juego simbólico ha sido muy utilizado como método para
el diagnostico y el tratamiento de los niños por los psicólogos clínicos.
Extraído de BIBLIOGRÁFIAS:
Ovide,
D. (1983). El juego educativo, iniciación a la actividad intelectual y motriz (4ta
Edición). Madrid: Ediciones Morata.
Velasco,
A. (2011).El juego simbólico (1ra Edición). Barcelona- España: Grao
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