EL
MUNDO MÁGICO DE LOS JUGUETES
Una
parte importante de los juegos individuales y colectivos se realizan con
objetos llamados juguetes.
Imagen extraída de: AQUÍ
Entre éstos los mejores son aquellos que más se
prestan para satisfacer la fantasía infantil; también a todas las edades, los
juguetes preferidos por los niños son las materias primas, cuya forma y uso
pueden variar según las necesidades del momento. En cuestión hemos visto a
niños de 10 a 12 años que tan solo disponen de viejas tablas y de planchas de
desecho y hacen sucesivamente un avión, un barco, una casa, un teatro, un castillo,
entre otros, y divertirse durante semanas organizando viajes, combates,
naufragios, catástrofes, y otros juegos imaginativos.
Para
los niños pequeños, la arena, la arcilla, el papel, tacos, bloques, cuerdas,
carretes y también el agua son materiales que les procuran ocasiones lúdicas en
las que el gozo de imaginar, crear y experimentar es intenso y se renueva de
forma constante.
Hay además
juguetes hechos, comprados o fabricados por otras personas. Se debe escoger con
preferencia los menos caros, sólidos, de varios usos, higiénicos, no
peligrosos, que el niño pueda emplear en diversas edades. Los que obtienen más éxito
son aquellos que permiten el movimiento,
las reproducciones de animales, las muñecas, los juguetes musicales, los de construcción.
Es indudable
afirmar que donde hay un niño siempre hay un juguete. De hecho, los niños son
los que dan el valor de juguete a cualquier cosa que encuentren a su paso con
ayuda de su imaginación. Por citar algún ejemplo, para un niño el palo de
madera de una escoba puede servir a modo de caballo o la rama sin hojas de un
árbol en una varita con poderes mágicos. Así pues, para un niño cualquier cosa
se puede transformar en un juguete con el que jugar.
Los
juguetes no pueden nunca verse limitados al sexo del niño, ni en modo alguno
deben estimular cualidades negativas como: intolerancia, agresividad y
violencia. El juego y los juguetes permiten educar el carácter del niño y
estimular en él valores deseables como: altruismo, igualdad, compañerismo,
capacidad de cooperación y tolerancia.
Se puede
afirmar que los juguetes y el juego han
sido, son y serán un modo insustituible para el desarrollo del niño. Y los
padres tienen la responsabilidad de encontrar la manera de brindar a sus hijos
juguetes que sean pedagógicos, educativos y recreativos, además de estar
siempre presentes en la fantástica aventura de descubrir con ellos el mundo de
los juguetes.
Extraído de: WEB
Puedo decir que el acto de jugar es innato y junto con los juguetes
conforman los primeros reflejos de la realidad del niño y que todo lo que se
utiliza para jugar puede ser considerado como juguete, es cualquier objeto que el niño emplee para entretenerse y
jugar cuando utiliza la imaginación, se debe tener en cuenta que los juguetes
siempre han estado presentes en la vida de los niños, en todas las culturas
independientemente de su situación económica, ya que si podían ser adquiridos,
ellos mismos los fabricaban con diferentes materiales encontrados en su entorno
como por ejemplo en la naturaleza (barro, arena, cartón, piedras, hojas)
desarrollando desde entonces la capacidad creativa. Los juguetes además de tener una función lúdica,
contribuyen al desarrollo integral de la personalidad del niño: intelectual,
física, moral, social y afectiva, favoreciendo su aprendizaje. A través de
ellos, se mueven, experimentan, manipulan, se relacionan e intercambian
vivencias.
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