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“El juego como herramienta de aprendizaje”
Para Jean Piaget (1956), el juego forma parte de
la inteligencia del niño, porque representa la asimilación
funcional o reproductiva de la realidad según cada etapa evolutiva
del individuo.
El juego es el principal medio de aprendizaje en la primera infancia, los niños desarrollan gradualmente conceptos de relaciones causales, aprenden a discriminar, a establecer juicios, a analizar y sintetizar, a imaginar y formular mediante el juego ( DES, 1967).
El juego es el principal medio de aprendizaje en la primera infancia, los niños desarrollan gradualmente conceptos de relaciones causales, aprenden a discriminar, a establecer juicios, a analizar y sintetizar, a imaginar y formular mediante el juego ( DES, 1967).
El niño progresa esencialmente a través de la actividad
lúdica. El juego es una actividad capital que determina el desarrollo del niño
(Vygotsky, 1932). El juego crea una zona de desarrollo próximo en el niño.
Durante el juego, el niño está siempre por encima de su edad promedio, por
encima de su conducta diaria
(Vygotsky, 1979).
Pensadores clásicos como Platón y Aristóteles ya daban una gran importancia al aprender jugando, y animaban a los padres para que dieran a sus hijos juguetes que ayudaran a “formar sus mentes” para actividades futuras como adultos.
Pensadores clásicos como Platón y Aristóteles ya daban una gran importancia al aprender jugando, y animaban a los padres para que dieran a sus hijos juguetes que ayudaran a “formar sus mentes” para actividades futuras como adultos.
Teorías sobre el juego.
La idea de que los niños aprenden jugando, comenzó con
Froebel, quien construyó su sistema de enseñanza con el valor educacional del
juego. Montessori consideraba la participación activa con los materiales y el
medio ambiente como el método principal para la asimilación del conocimiento y
el aprendizaje. John Dewey también recomendaba y animaba el aprendizaje activo
y creía que los niños aprenden por actividades de juego basándose en sus
propios intereses. Dewey pensaba que los niños deberían tener las oportunidades
de jugar a juegos relacionados con actividades cotidianas (la casa, el correo,
el supermercado, la consulta del doctor, etc.) creía que los juegos ayudan a
los niños para que estén preparados para trabajar con los adultos.
Piaget creía que el juego animaba el conocimiento cognitivo,
siendo un modo para que los niños construyan su mundo. Identifico tres tipos de
conocimiento: físico, matemático - lógico y social. Según Piaget,
el conocimiento activo considera cómo los niños aprenden sobre objetos y las
propiedades físicas de los mismos, acumulan conocimiento de su medio ambiente y
sus papeles en él, adquieren conocimiento matemático-lógico, numeración,
series, clasificación, tiempo, espacio y números, creía que los niños aprendían
el conocimiento social, el vocabulario, las etiquetas y la conducta viendo
actuar a los demás.
Mediante el juego y el empleo de juguetes, se
puede explicar el desarrollo de cinco parámetros de la personalidad del niño,
todos ellos íntimamente unidos entre sí:
v La afectividad: El
equilibrio afectivo es esencial para el correcto desarrollo de la personalidad.
El juego favorece el desarrollo afectivo o emocional, en cuanto que es una
actividad que proporciona placer, entretenimiento y alegría de vivir,
permite expresarse libremente, encauzar las energías positivamente y
descargar tensiones.
v La motricidad: El
desarrollo motor del niño/a es determinante para su evolución general. La
actividad psicomotriz proporciona al niño sensaciones corporales agradables,
además de contribuir al proceso de maduración, separación e independización
motriz. Mediante esta actividad va conociendo su esquema corporal,
desarrollando e integrando aspectos neuromusculares como la coordinación y el
equilibrio, desarrollando sus capacidades sensoriales, y adquiriendo destreza y
agilidad.
v La inteligencia: Inicialmente
el desarrollo de las capacidades intelectuales está unido al desarrollo
sensorio-motor. El modo de adquirir esas capacidades dependerá tanto de las
potencialidades genéticas, como de los recursos y medios que el entorno le
ofrezca.
v La creatividad: Niños
y niñas tienen la necesidad de expresarse, de dar curso a su fantasía y dotes
creativas. Podría decirse que el juego conduce de modo natural a la creatividad
porque, en todos los niveles lúdicos, los niños se ven obligados a emplear
destrezas y procesos que les proporcionan oportunidades de ser creativos en la
expresión, la producción y la invención.
v La sociabilidad: En
la medida en que los juegos y los juguetes favorecen la
comunicación y el intercambio, ayudan al niño a
relacionarse con los otros, a comunicarse con ellos y les prepara para su
integración social.
Importancia del juego en el marco de la educación escolar.
Se puede afirmar que cualquier capacidad del niño se
desarrolla más eficazmente en el juego que fuera de él. No hay diferencia entre
jugar y aprender, porque cualquier juego que presente nuevas exigencias al niño
se ha de considerar como una oportunidad de aprendizaje; es más, en el juego
aprende con una facilidad notable porque están especialmente predispuestos para
recibir lo que les ofrece la actividad lúdica a la cual se dedican con placer.
Además, la atención, la memoria y el ingenio se agudizan en el juego, y todos
estos aprendizajes, que el niño realiza cuando juega, serán transferidos
posteriormente a las situaciones no lúdicas.
El juego ayuda al crecimiento del cerebro y como
consecuencia condiciona el desarrollo del individuo (Congreso Unesco, 1968). En
este sentido Eisen, George (1994) ha examinado el papel de las hormonas,
neuropéptidos y de la química cerebral en referencia al juego, y concluye
diciendo que el juego hay que considerarlo como un instrumento en el desarrollo
madurativo y estructural del cerebro.
En resumen, observamos que muy diversos autores
coinciden en subrayar la función educativa del juego. La etapa infantil,
fundamental en la construcción del individuo, viene en gran parte definida por
la actividad lúdica, de forma que el juego aparece como algo inherente al niño.
Ello nos impulsa a establecer su importancia de cara a su utilización en el
medio escolar. Aunque conviene aclarar que todas las afirmaciones precedentes
no excluyen a otro tipo de aportaciones didácticas y que el juego no suplanta
otras formas de enseñanza.
Extraído de: WEB,
BIBLIOGRAFIA: Valverde, H. (1991). Aprendo haciendo (1ra Edición). Costa Rica: Editorial Universidad estatal a distancia.
BIBLIOGRAFIA: Valverde, H. (1991). Aprendo haciendo (1ra Edición). Costa Rica: Editorial Universidad estatal a distancia.
Lo
citado anteriormente hace referencia a lo valioso que es el juego como recurso
de enseñanza y de desarrollo, es un
elemento educativo fundamental en la vida de los niños y de las niñas, y tanto
en la escuela como en sus casas es la actividad preferida. En la
actualidad los niños tienden a ser mas interactivos por lo que facilita el
proceso de enseñanza en cuanto a que es más atractivo y absorben con gran
facilidad todos esos conocimientos que el docente requiere ofrecer en esta
etapa, por medio del juego los niños se adaptan con mayor facilidad a la
jornada diaria del preescolar, el objetivo principal es aportar el mayor grado de desarrollo
intelectual pero al mismo tiempo debe poseer la característica de divertido y
creativo. Por medio del juego los pequeños experimentan,
aprenden, reflejan y transforman activamente la realidad. Los niños crecen a
través el juego, por eso no se debe limitar al niño en esta actividad lúdica.
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